

Gusanos blancos
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Los gusanos blancos son uno de los grupos de insectos cuya incidencia
tiene mayor asociación con la siembra directa, ya que es conocido que las
labores de suelo no permiten su incremento.
En los últimos años ha habido una disminución de las consultas acerca del
daño de esta plaga. Probablemente la mayor continuidad física y biológica
que identifica a los lotes con muchos años de siembra directa, el control
oportuno de malezas durante el invierno y un racional uso de insecticidas
principalmente en los barbechos, haya contribuido a una mayor estabilidad
de sus poblaciones. Es recomendable el monitoreo de suelo antes de la
siembra principalmente en aquellos lotes que salgan de pasturas o donde se
haya observado daño en trigo de la campana anterior.El diagnóstico de presencia de gusanos blancos en un lote puede efectuarse en otoño o invierno en función de los pequeños montículos de tierra con que las larvas cubren sus galerías, y que son comunes de observar después de una lluvia. Este sería el momento adecuado para el monitoreo porque las larvas ya se encuentran en un tamaño tal que resulta fácil diferenciarlas de las otras especies a simple vista. El recuento de estos insectos se puede realizar en muestras de suelo de 0,25 m2 por 30 cm de profundidad (50x50cm ó 56 cm diámetro).
Hasta el presente, se ha identificado como principal especie perjudicial para el cultivo de maíz al bicho candado (Diloboderus abderus), que tiene sólo una generación anual y cuyos adultos se presentan en los meses de verano. Otras especies como el escarabajo rubio, (Cyclocephala spp. y Anomala spp.) no fueron observadas provocando daños. Las larvas de Diloboderus abderus destruyen el sistema radicular y tallos tiernos de los cultivos. También pueden llegar a consumir rastrojos de cultivos anteriores, lo que activa el reciclado de nutrientes y las galerías que producen en el suelo incrementan la aireación e infiltración del agua.
Control
Los terápicos de semilla representan un eficiente método de control de gusanos blancos en maíz con un mínimo uso de insecticida.
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Orugas cortadoras (Lepidoptera: Noctuidae)
Las orugas cortadoras tienen un gran potencial de daño en maíz durante la
etapa de emergencia debido a que el hábito de corte de plantas contiguas
en la misma hilera limita significativamente la capacidad de compensación
de las plantas.
En aquellas zonas donde la superficie de alfalfa implantada es importante, la
posibilidad de una mayor cantidad y supervivencia de orugas hace que los
maíces sembrados en las regiones ganaderas sean propensos a ataques más
severos.Se han reportado fallas en el control químico cuando se intenta controlar
orugas grandes que se encuentran protegidas por malezas cuando se le agrega
insecticida al herbicida.En consecuencia, se recomienda tomar los recaudos
necesarios desde la elección del insecticida a utilizar, la técnica de aplicación, el uso de cebos, el tratamiento de semillas y los umbrales correspondientes. No se recomienda la aplicación preventiva de insecticidas sin la justificación técnica brindada por el monitoreo previo del lote.
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Barrenador menor del maíz (Elasmopalpus lignosellus)
Esta plaga fue conocida en nuestro país durante la intensa sequía de la campaña
1988-1989, cuando causó intensos ataques en soja y su control era muy difícil
de lograr. Posteriormente, durante la primavera de 1995, la falta de lluvias
también facilitó la evolución de la plaga en ataques tempranos a maíz, sorgo y
soja. En los últimos años se han reportado daños de importancia en aquellas
zonas que poseen médanos arenosos con baja o nula cobertura de rastrojos
acompañado de situaciones de baja disponibilidad hídrica.El barrenador menor
es una oruga de reducido tamaño (1,5–1,8 cm), delgada, marrón, con bandas
transversales claras, de movimientos muy activos cuando se la molesta. Los adultos
machos presentan color claro en las alas anteriores mientras que las hembras son
oscuras. Los adultos hembras colocan sus huevos (100-200) en la base de los tallos de plantas jóvenes. Las pequeñas larvas efectúan galerías externas al comienzo del ataque, pero luego penetran en el interior del tallo, lo que debilita la planta y le ocasiona luego la muerte. Elasmopalpus puede completar su etapa de larva en 15 días con 28º C de temperatura media diaria y tolera muy bien las altas temperaturas del suelo durante las horas de mayor exposición al sol. Desde la perforación de entrada a la planta, la larva construye un tubo de seda en profundidad al cual se adhieren partículas de suelo. Las larvas se transforman en pupas en el túnel de seda para emerger como adulto luego de 1 a 2 semanas, dependiendo de la temperatura del suelo.
Las larvas efectúan galerías y perforaciones en los cultivos jóvenes, pudiendo destruir de 3 a 5 plántulas por oruga en numerosos cultivos como trigo, soja, maíz, sorgo, arroz y gran diversidad de malezas.
Control
El difícil control de este insecto hace necesario tener información anticipada sobre la posibilidad de ataque para implementar medidas de manejo preventivo. Estos datos pueden ser climáticos, como sequía prolongada, presencia de la plaga en cultivos ya sembrados, y el nivel de densidad relativa de la población de adultos obtenido con trampas de luz.
Varios insecticidas sistémicos formulados como terápicos de semilla están registrados para su control de tipo preventivo en soja y maíz. La posibilidad de control a través de terápicos no sólo depende del tipo de insecticida, también influye la eficiencia de translocación del insecticida a través de la corriente xilemática una vez absorbido por las raicillas, lo cual está íntimamente relacionado con la humedad del suelo.
De no contar con la información correspondiente y en caso de identificarse condiciones predisponentes para sus ataques, se recomienda la aplicación de insecticidas de manera preventiva en aquellos lotes de suelos sueltos con baja cobertura de rastrojo.

​Oruga militar tardía - Oruga cogollera (Spodoptera frugiperda)
La oruga cogollera o militar tardía es una plaga muy importante en maíz y sorgo
en el NOA y NEA con intensas infestaciones anuales. En el área pampeana
central la plaga es conocida por los ataques a los verdeos durante el otoño pero
también puede causar ataques intensos durante el verano a soja, alfalfa y
forrajeras.En las regiones tropicales Spodoptera frugiperda se mantiene en
actividad todo elaño, pero en las áreas templadas el insecto no puede tolerar
las temperaturas delinvierno. En consecuencia, cada año emigra como insecto adulto de
vuelo nocturno desde sus centros de origen hacia las regiones templadas, recorriendo en
cada generación varios cientos de kilómetros.Los adultos son mariposas de hábito nocturno
o polillas de 17-18 mm de envergadura alar con un tamaño de 40-45 mm de longitud.
Las orugas varían de castaño oscuro a verde claro, con dos puntos negros en cada anillo abdominal y dos bandas laterales, una blanca y otra oscura. La cabeza puede ser negra o rojiza y presenta una “Y” invertida que las diferencia de otras especies. Las hembras colocan sus huevos en masas de 50-100 en el envés de las hojas inferiores en las plantas colonizadas, con preferencia en gramíneas tanto silvestres como cultivadas. Cada una puede oviponer entre 800 y 1000 huevos. Luego del nacimiento las larvitas, de color claro y cabeza negra, comienzan a alimentarse de tejidos vegetales y gradualmente se van dispersando. A los 20-25 días alcanzan su máximo desarrollo y al completarlo se entierran en el suelo, donde se transformarán en pupas y a los 10-12 días emerge el insecto adulto.La oruga militar tardía consume el follaje de los diversos cultivos huéspedes con lo cual causa daños en la producción de forrajes y puede destruir a cultivos agrícolas si el ataque es muy temprano o disminuir el rendimiento de granos por reducción del área foliar. El maíz y sorgo pueden ser atacados desde el nacimiento y si la oruga ya estaba en el lote puede cortar plántulas como una oruga cortadora.
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Control
Varios insecticidas están registrados para el control de la oruga cogollera en los diversos cultivos. Numerosas fallas en los tratamientos en cultivos desarrollados se deben a controles tardíos con orugas de gran tamaño y resistencia, protegidos de la acción directa de los plaguicidas. Los tratamientos tempranos, con larvas chicas y la buena calidad de las aplicaciones generando gotas pequeñas con la finalidad de ingreso en el cogollo, tanto terrestres como aéreas, son esenciales para un buen control de esta plaga. Productos como lufenuron son recomendados ya que tendrían un mínimo efecto sobre enemigos naturales importantes si ocurrieran vuelos prolongados de la plaga.En maíz los tratamientos nocturnos han brindado buenos resultados por la mejor llegada de los insecticidas al lugar de actividad de la plaga. Una práctica aconsejada en siembras tardías o regiones con ataques muy tempranos en maíz son los tratamientos preventivos con insecticidas sistémicos en la semilla ya que protegen durante 10-15 días a las plántulas luego de la germinación.
El uso de híbridos con resistencia a Spodoptera brinda una solución importante para aquellas zonas donde la presión de la plaga es importante principalmente en siembras tardías. Si bien el control lo ejercen sobre larvas de los primeros estadios que nacen de huevos colocados por adultos, de manera experimental y preliminar se comprobó que su eficacia permanece aún cuando de manera artificial se colocaron larvas de estadios más avanzados sobre plántulas de maíz cultivadas en macetas (datos no publicados).
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